“Hay personas que nacieron y van a morir en situación de marginalidad social...” Se me pianta el lagrimón, y me desborda la impotencia de saber cuán inútil soy ante tremenda certeza.
En México, cuando dicen la "mera neta", se refieren a la "pura verdad". Elegí este título para mi blog porque, claro, todo lo que este contenga será MI verdad. Aquí hablaré, creo, sobre: sociedad, religión, política (no estamos en la mesa por ello puedo hacerlo), comunicación, delirios cósmicos, música, salud, vida, medio ambiente, educación y todo lo que me vaya pintando (pa´ eso lo cree, ¿no?).
lunes, 29 de agosto de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
Siempre digo lo que pienso
Pareciera ser que ya en ningún sitio público, sea digital o analógico, puedo expresar lo que realmente siento sobre la política y sus políticos. O mejor, sobre una política en particular. Pero, digo yo, ¿para qué me creé un blog sino para escribir lo que se me cruce por la cabeza?
Pues entonces pienso esto: CFK es una persona egocéntrica, soberbia, pedante, inteligente no pero sí brillante. Me molesta sobremanera que se burle del pueblo descaradamente, que nos mienta en las narices propias, tan propias. Me pone muy triste que basuree sin reparos, y en las propias narices -nuevamente-, a mis colegas los periodistas. De casualidad "nos brinda la complaciente posibilidad de hacerle una pregunta cada dos años" y, en esa media (con suerte) hora que dura su conferencia se encarga de subestimar, de manera hipócrita y descarada, aunque sin que un pelo se le desacomode de su lujoso cabello, (claro, consecuente con su realidad, de otra manera no puede ser y es ¡genial! que así sea) a todos y a cada uno de los periodistas que, profesional y respetuosamente, hacen su trabajo.
¡Será posible, che!
Pues entonces pienso esto: CFK es una persona egocéntrica, soberbia, pedante, inteligente no pero sí brillante. Me molesta sobremanera que se burle del pueblo descaradamente, que nos mienta en las narices propias, tan propias. Me pone muy triste que basuree sin reparos, y en las propias narices -nuevamente-, a mis colegas los periodistas. De casualidad "nos brinda la complaciente posibilidad de hacerle una pregunta cada dos años" y, en esa media (con suerte) hora que dura su conferencia se encarga de subestimar, de manera hipócrita y descarada, aunque sin que un pelo se le desacomode de su lujoso cabello, (claro, consecuente con su realidad, de otra manera no puede ser y es ¡genial! que así sea) a todos y a cada uno de los periodistas que, profesional y respetuosamente, hacen su trabajo.
¡Será posible, che!
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