domingo, 5 de diciembre de 2010

La noche en que Los Redonditos volvieron al escenario

El 4 de agosto de 2001 se realizó en el Estadio Chateau Carreras de Córdoba el último recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Sin saberlo, los espectadores que allí asistieron estaban presenciando la despedida de una de las bandas que marcó a fuego el rock&roll nacional. Cuando aquella noche llegó a su ocaso empezó a crecer en miles de fanáticos la esperanza de volverlos a ver juntos. Más de 9 años han pasado ya desde aquel histórico día.

El 13 de noviembre de 2010, la ciudad de Tandil (en Buenos Aires) fue sitio de encuentro para 80.000 ricoteros. Carlos Indio Solari, ex líder de Los Redondos, junto a “Los fundamentalistas del aire acondicionado”, banda que lo acompaña desde hace varios años en su carrera como solista, ofrecieron a las 80.000 almas expectantes lo que para muchos fue el show de sus vidas. Jamás en la historia del rock argentino un recital había logrado reunir tanta gente. Y así como suenan de sorprendentes y únicas estas palabras es como se lo vio al Indio aquella mágica noche. El vocalista estaba totalmente desbordado por la emoción y la fuerza de tanta gente saltando, cantando y vociferando, sobre todo, “Vamóoo los Redó…”. Remeras, buzos, gorras, trapos y banderas rezaban con frases, lemas y nombres alusivos a la banda que bien supo liderar Solari en sus años de esplendor.

Toda la ciudad bonaerense se preparó ese día para recibir a Solari y a su séquito de seguidores. Las casas de familia ofrecían improvisados puestos de choripanes, vendían agua caliente para los mates, cerveza helada para los más sedientos y hasta algún que otro fernecito para digerir los asaditos que muchos se habían preparado. Con esa maravillosa y abundante previa apareció el pelado en el escenario del hipódromo tandilense con sus clásicos lentes, al mejor estilo Lennon. Un cover de Manal, legendaria banda nacional, fue el elegido para empezar a sonar en los parlantes y en los anhelantes oídos de todos los presentes: "Jugo de tomate frío".

Pero, más de allá de cuáles fueron todos y cada uno de los temas que sonaron esa noche, lo inédito fue que el Indio y sus Fundamentalistas incluyeron en su repertorio más de 15 clásicos ricoteros y muy pocos de “El tesoro de los inocentes” y “Porco Rex”, los dos discos que el cantante lanzó como solista. “No sé cómo agradecerles, es muy emocionante", soltó el Indio con una estupenda sonrisa. “Esto no fue un recital del Indio, fue un toque de Los Redonditos”, se oyó decir a más de un fanático.

Aquel 13 de noviembre fue, sin dudas, testigo fiel de un show sin precedentes y que, dudo, se repita en la cercanía de estos años. También, reconozco que mi diablillo interno y parlanchín desea que ese momento no se repita para nadie. Yo junto a 79.999 personas fui partícipe de esas tres horas sublimes. Y sí, “Maldición, fue un día hermoso”. Y sí, Patricio Rey, ese mitológico e indescifrable personaje, estuvo presente en esa misa ricotera.

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